La Diócesis de Marsella fue restablecida en 1823. Después de un período como Vicario General, en 1837, Eugenio fue nombrado Obispo de Marsella. Como pastor de una Iglesia en plena evolución, y simultáneamente como Superior del nuevo grupo de misioneros, Eugenio realmente se desvivía para ser "todo para todos". No se limitaba a dar la bienvenida a institutos que se restablecían allí como los Jesuitas. Él personalmente respaldaba y promovía la creación de nuevas comunidades y movimientos religiosos.
Se emprendieron programas especiales para la juventud, los obreros, los inmigrantes y los marginados de la ciudad portuaria de Marsella en una etapa de desarrollo desmedido. Inicia la construcción de una nueva catedral y del santuario de Nuestra Señora de la Guardia. Simultáneamente él juega un papel prominente en los asuntos y inquietudes políticas y religiosas del día como eran el derecho a una educación religiosa y los derechos del papado. El 8 de diciembre, 1854, él viaja a Roma para participar con gozo desbordante en la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. |


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