ADMINISTRACIÓN GENERAL
Comienza en Tailandia la Reunión IntercapitularCerca de setenta oblatos han venido de todas
partes del mundo al Centro Pastoral de la Archidiócesis de Bangkok, Baan Phu
Wan, en Samphran (Tailandia), para la Reunión Intercapitular de la Congregación
de 2013. Junto al Gobierno Central y a los provinciales, han sido invitados a
asistir todos los superiores de delegación de la Congregación y los tres
superiores de misión de la Región de Asia-Oceanía.
Esta importante reunión, de dos semanas de
duración, comenzó de modo informal el 21 de abril con una celebración de
bienvenida y danzas tradicionales, seguida de una cena festiva organizada por
la Delegación de Tailandia-Laos.
La mañana del 21 de abril la liturgia de apertura,
de sabor oblato y asiático, dio incio al trabajo oficial. Estuvo centrada en el
tema de la reunión: “Misioneros Oblatos: ¿qué clase de hombres son?” Se tuvo a
continuación de la bienvenida a los participantes por parte del P. Paolo
ARCHIATI, Vicario General, quien, recordando los llamamientos a la conversión
que nos hizo el último Capitúlo General y la carta del Padre General a la
Congregación escrita el pasado febrero, ayudó al grupo a comprender mejor el
significado de esta reunión y de su tema. Como afirman nuestras Constituciones
y Reglas, su propósito principal es evaluar cómo se ha venido cumpliendo hasta
el presente el mandato del Capítulo anterior y comenzar la preparación remota
del próximo Capítulo General. Es un tiempo para compartir y escuchar al
Espíritu y a los demás.
Al final de la mañana, se presentó a la asamblea la vida de los mártires oblatos de Laos y de los mártires oblatos de España, a modo de aportación para responder a la pregunta del tema. A pesar de la distancia en el tiempo y de los contextos, la similitud de su testimonio resultó patente. Todos ellos eran modelos del radicalismo de la oblación vivida en sus vida diarioa e incluso en el ofrecimiento de sus vidas en fidelidad a Cristo y a su Iglesia, al servicio de la gente a ellos confiada. Nos sentimos orgullosos de pertenecer a la misma familia, así como interpelados en la calidad de nuestras vidas.
La celebración de la Eucaristía presidida por
el Padre General concluyó las actividades de la mañana. En su homilía, el P.
Louis Lougen nos llevó a profundizar en el significado del tema principal de la
reunión.
En la tarde, el P. Oswald FIRTH ayudó al grupo a reflexionar sobre la diferencia entre oír y escuchar. Como ejercicio práctico de escucha, se nos invitó a todos a compartir con los compañeros, y luego en grupos pequeños, ayudados por estas preguntas:
Se resumió lo compartido en los grupos por medio de unas breves oraciones ofrecidas a Jesús presente en la Eucaristía durante nuestra “oraison” en común de la tarde. (Claudio BERTUCCIO).
El Encuentro
Intercapitular llegó hoy a su cuarto día. Los participantes se están
acostumbrando ya al calor del clima de Tailandia y, especialmente, a los
grandes cambios de temperatura cada vez que uno sale de las salas con aire
acondicionado del centro pastoral. Finalmente, hoy, 25 de abril de 2013, se
espera que lleguen todos los participantes. Algunos miembros, así se ha dado,
llegaron con retraso por problemas con los horarios y los visados.
En estos
últimos tres días, la principal actividad del encuentro ha sido escuchar los
informes de las regiones y del Ecónomo general a la luz de los cinco
llamamiento a la conversión que nos hizo el Capítulo general de 2010. Los
informes fueron precedidos de una reflexión sobre el tema del encuentro (“Oblato:
¿qué clase de hombre es?”) por parte el P. Oswald FIRTH, que nos ayudó a
centrarnos en los desafíos de nuestro tiempo relacionándolos con nuestra
identidad. Se presentó una gran riqueza de experiencias y una diversidad de
situaciones en las cinco regiones, sin embargo, el mensaje del Capítulo ha sido
para todas una herramienta poderosa para despertar la conciencia de los Oblatos
sobre la necesidad de la conversión en estos cinco campos a los que se dirigían
los llamamientos, a saber, vida de comunidad, misión, gobierno y liderazgo,
formación y economía.
Se encargó que se compartiera en grupos pequeños sobre los informes, tratando de centrarse en los elementos comunes, con el fin de buscar una síntesis. Se compartieron los éxitos, desafíos y oportunidades entre todos los miembros. Se dijeron muchas cosas sobre los llamamientos, con un énfasis particular en la vida de comunidad, formación y misión. Hablando en líneas generales, ha crecido la conciencia de la vida comunitaria en todas las regiones, pero el desafío del individualismo sigue siendo la principal dificultad en todo el mundo oblato. Se destacó la importancia de una sólida formación, tanto inicial como permanente. También se subrayó la necesidad de clarificar nuestra misión en un mundo en cambio. ¡Hemos de reconocer que aún estamos lejos de una síntesis! Aún queda trabajo por hacer.
Esta mañana, el P. Marc DESSUREAULT, nuestro Ecónomo general, presentó un informe sobre las finanzas, subrayando los esfuerzos hechos por la Congregación y la administración para responder a los llamamientos. Al mismo tiempo, dejó claro que quedan ante nosotros muchos desafíos aún, especialmente en lo relacionado con la responsabilidad de todo el nivel económico. Se necesita una nueva mentalidad. Finalmente, presentó algunas propuestas generales para la reflexión de los participantes con el fin de responder a esos desafíos. Seguidamente se tuvieron grupos para debatirlo.
En la tarde, se tuvo una nueva asamblea plenaria para reunir más elementos comunes en todo lo que se ha venido diciendo en estos días, con el fin de tener una perspectiva más clara para el trabajo de la semana próxima.
Mañana se nos invitará a todos a llevar este material a la oración, en presencia del Señor, en un día de recogimiento, permitiendo al Espíritu operar más hondamente en nuestro corazón (Claudio BERTUCCIO).
El viernes 26
de abril fue un día de recogimiento en la Intercapitular, continuando en la
presencia del Señor nuestra reflexión sobre el tema: “Misionero Oblato: ¿qué
clase de hombre es?”. El P. Francis NALLAPPAN ayudó al grupo con dos charlas
que respondían a esta cuestión, mirando al oblato desde una perspectiva tanto
interna como externa. La primera, que llevaba el título de “El monje en el
mercado”, subrayaba la importancia para el oblato de una honda experiencia de
Dios, mientras que la segunda, titulada “El misionero en comunión de diálogo”,
nos invitaba a descubrir un nuevo rostro de Dios en el diálogo con nuestros
vecinos de distintas religiones, culturas y con los pobres en sus múltiples
aspectos...
Por la tarde, se entregó a cada oblato presente en la Intercapitular la nueva edición de las Constituciones y Reglas en el marco de una sencilla, pero emocionante, liturgia comunitaria preparada por el P. Alfredo FERRETTI. Comenzó en nuestra sala de reuniones con una introducción dirigida por el Padre general y que destacaba el papel de las CC. y RR. para nosotros hoy no como la fría ley, sino como una regla de vida que nos dice quiénes somos hoy ante Dios, la Iglesia y el mundo. En un contexto de alabanza y gratitud a Dios y a nuestro Fundador, San Eugenio, recibimos de manos del Padre general la nueva edición de las Constituciones y Reglas, que incluye los cambios hechos por los últimos dos capítulos generales. Fue una ocasión para renovar nuestro compromiso a vivirlas en nuestra vida y ministerio.
El 27 de abril, escuchamos a los PP. Oswald FIRTH y Paolo ARCHIATI quienes, desde distintos puntos de vista, hicieron una síntesis del trabajo realizado en esta primera semana del encuentro. El P. Oswald, en el contexto de nuestra identidad, usó un instrumento de trabajo para ayudarnos a relacionar los desafíos con nuestras capacidades, según habían ido apareciendo en los debates de estos días, especialmente en lo referente a la vida de comunidad, misión y formación. El proceso podría ayudarnos a concretar de forma práctica lo compartido.
El P. Paolo, con la ayuda de varias imágenes, juntó las distintas ideas de lo compartido sobre el tema de nuestra identidad relacionándolas con Jesucristo y San Eugenio. Citando la homilía del Papa Francisco con ocasión de su onomástica, destacó también que la vivencia de nuestra identidad no puede separase del sentido de pertenencia. Ambas intervenciones fueron seguidas de un tiempo para compartir las ideas y las reacciones de los participantes. (Claudio BERTUCCIO)
El domingo 28 de abril, tuvimos tiempo de descanso para todos los participantes, una ocasión para visitar algunos lugares importantes de Tailandia y para aprender algo de la cultura y la historia de este país.
El lunes 29 de
abril lo dedicamos al informe del Padre general a la Intercapitular. En
realidad, subrayó que era una presentación, no un informe, algunas ideas que
había estado elaborando los últimos tres años como Superior general y que ahora
compartía.
En primer lugar nos manifesto su estima por el trabajo de los superiores mayores en la Congregación, trabajo realizado con dedicación y generosidad, a pesar de los muchos desafíos a los que tienen que hacer frente.
Después, tras haber compartido algunos de los signos de esperanza que ve en nuestra Congregación, compartió lo que percibe como trabajo a completar, a la luz del llamamiento a una profunda conversión personal y comunitaria a Jesucristo en el campo de las cinco dimensiones del Capítulo. Sobre la vida de comunidad, destacó que toda la dimensión de nuestra vida como hombres con votos está en riesgo y que el llamamiento a la conversión, personal y comunitaria, es algo urgente. Mostró los desafíos a los que estamos haciendo frente en su vivencia, con el análisis individual de cada voto. Señaló que, a menudo, nuestra vida de fe sufre la erosión del activismo y nuestra comunidad apostólica se ve comprometida. Terminó esta anotación con una frase contundente: “Creo que una de las razones de la disminución entre nosotros de la vocación de los hermanos oblatos y de que nos hayamos mostrado indiferentes hacia ello es que estamos perdiendo el sentido de lo que significa ser hombres consagrados cuyas vidas estén basadas en los votos evangélicos, la vida de fe y la comunidad apostólica. Nos veremos reducidos a una vaga asociación de sacerdotes”.
Hablando de la misión oblata, subrayó que necesitamos continuar nuestro discernimiento común del compromiso misionero, predicando a Jesucristo en comunión con la Iglesia y llenos de amor hacia ella. El compromiso con el ministerio de la paz, justicia e integridad de la creación es un elemento constitutivo de nuestra predicación de la Buena Nueva a los pobres.
Sobre el servicio del liderazgo, el Padre general subrayó la importancia de seguir la senda de la reestructuración, reforzar nuestras casas de formación, la administración adecuada, el cuidado por la vocación de los Hermanos y el compartir de personal en todos los niveles.
Respecto a la formación, habló de la necesidad de trabajar más a favor de la formación permanente de todos los miembros, mediante la cooperación de las unidades, especialmente en la formación primera, así como en la preparación adecuada de los formadores para su ministerio.
Finalmente, respecto a la administración económica, destacó la necesidad de preparar a los ecónomos y hacer nombramientos juiciosos de ecónomos para hacer frente a los días difíciles que están ante nosotros.
Los participantes se tomaron casi todo el día para reflexionar sobre esta aportación, tanto en grupos pequeños como en la sesión plenaria. Se percibió la intervención del Padre general como un llamamiento profundo a renovar nuestro compromiso con la conversión en la línea de la invitación hecha por el Capítulo.
El 30 de abril por la mañana, escuchamos los llamamientos del Capítulo sobre el liderazgo, tal y como fue presentado por el comité, y también compartimos en pequeños grupos nuestras experiencias sobre el asunto. Fue un tiempo de fraternidad y de apoyo mutuo entre los superiores.
Los miembros
de la Delegación de Tailandia-Laos se unieron para la celebración de la
Eucaristía y el almuerzo en un clima de comunión fraterna.
Finalmente, por la tarde se nos puso al día de los avances de la nueva comunidad de Aix en Provence y del nuevo Directorio administrativo y Políticas de administración (Claudio Bertuccio).
Llegó el último
día de nuestra Intercapitular, tiempo para recoger todo el trabajo de las
últimas dos semanas. El miércoles 1 de mayo, pasamos todo el día hablando de
los próximos tres años de preparación para la celebración del 200º aniversario
de la Congregación. El Gobierno central sugirió un Trienio de preparación, en
el que cada año se destacará un tema que guíe a la Congregación en el camino de
la conversión, tal como pedía el último Capítulo, renovando su vida y misión.
En el primer año, se invitará a toda la Congregación a subrayar la vida en comunidad apostólica; durante el segundo, la formación, y durante el tercero, una misión renovada. Cada año nos centraremos también en uno de nuestros votos (castidad, pobreza y obediencia). Será necesario un proceso comunitario basado en la regularidad y que cuente con materiales preparados por la Administración general. Tras discutirlo, tanto en pequeños grupos como en la plenaria, todos los participantes apoyaron este plan, viéndolo como una ocasión especial para ahondar nuestra fe como religiosos y misioneros.
Terminamos el
día en pequeños grupos, con un tiempo de oración y compartiendo la fe, como una
ocasión de comenzar a experimentar el proceso que será propuesto a toda la
Congregación, y que empezará este próximo diciembre de 2013. Muchos quedaron
impresionados por la calidad de este compartir la fe en pequeños grupos.
El 2 de mayo,
tras una introducción sobre la preparación remota del Capítulo general de 2016,
pasamos todo el día con una lluvia de ideas para sugerir al Padre general
posibles temas para el próximo Capítulo. Aparecieron muchos, pero nos centramos
en cinco de ellos. En continuidad con el Capítulo anerior, todos estos temas se
centraron en la renovación de nuestra vida religiosa y nuestra misión, aunque
con diferentes matices, y con un llamamiento a volver a nuestras raíces. Es
claro que no se puede separar una nueva vida de una nueva misión. Si no nos
renovamos a nosotros mismos, nuestra misión no podrá ser renovada; por otro
lado, no hay renovación real de nuestra vida si no se muestra con una nueva
perspectiva para nuestra misión.
El ultimo día, 3 de mayo, recogimos todo nuestro trabajo y preparamos una declaración final para compartir la experiencia de estos días con todos nuestros hermanos de la Congregación. Fue la tarea de toda la mañana. En la tarde, nos juntamos en la capilla para la celebración de la Eucaristía, presidida por el Padre general, para agradecer a Dios por todos las bendiciones que hemos recibido estos días. El Padre general trajo a la capilla la cruz oblata de San Eugenio para que la veneraran los participantes y para bendeciernos con ella como signo de unidad y de continuidad con nuestro Fundador. (Claudio BERTUCCIO).
Me han dicho que me van a regalar un
calidoscopio de 200 años. Ya sabes, ese aparatito que, combinando cristales y
espejos, te hace soñar con infinitas imágenes a cada giro de muñeca. Este es
muy especial. Me han dicho que, mirando por el hueco, puedes ver la apasionante
historia de los oblatos en su misión con los jóvenes, desde que Eugenio comenzó
hasta nuestros días. Quieren regalármelo el 25 de Abril, porque se cumplen los
200 años redondos desde la fundación de la Asociación de la Juventud Cristiana
de Aix. Pero yo no he podido aguantar y ya lo conseguí y estoy jugando con él.
Giro a giro, año tras año, hasta nuestros días. ¡Cuánta belleza!
¡Cómo me gustaría girar hacia adelante viendo el futuro! Por ejemplo, para saber cómo va a ser el próximo encuentro del P. General con los jóvenes y los oblatos en Aparecida, Brasil. Para ver cómo celebran, oran, reflexionan y viven el carisma los oblatos y los jóvenes. Para escuchar la llamada a vivir con intensidad y en familia los tres próximos años, hasta el 2016. Para ver los frutos misioneros… Para sentir cómo aceptan el reto que nos lanza el Papa Francisco de ser misioneros, ir a las periferias, aceptando una vida pobre y con los pobres. Pero me han dicho que no se puede, que el calidoscopio al llegar al día presente, con el siguiente giro, te vuelve a situar en el punto inicial. He probado… y es cierto.
Ha resultado fascinante este ir y venir, descubriendo tantos detalles a cada giro. Confieso también que este ejercicio me ha dejado una mezcla de sentimientos: alegría por lo que ya se ha hecho con tanta generosidad, pero también, inquietud por lo que queda por hacer. Sobre todo, si comparamos nuestro hoy, con aquel impulso primero. Y es que me sigue impactando la audacia de Eugenio en contraste con nuestra excesiva cautela, siempre midiendo, quizás con excesivo miedo.
Porque Eugenio se arriesgó. Hace doscientos años en Francia estaban prohibidas las asociaciones juveniles religiosas; los jóvenes no eran educados en valores cristianos y dentro de la Iglesia se sentían abandonados; él se arriesgó y nadó contra la corriente de su tiempo… Se arriesgó, sí, aceptando en su grupo jóvenes de todos los estamentos sociales, fiándose de ellos y dándoles responsabilidades; siendo para ellos padre, hermano y amigo; amándoles, dedicándoles todo su tiempo, poniendo en juego su salud, guiándoles para estar con los más pobres… Eugenio se arriesgó, presentándoles a Cristo como amigo y el Evangelio como norma de vida; exigiéndoles una vida generosa, acompañándoles para crecer en sentimientos humanos, cristianos y llegar finalmente a ser santos…
En 1816, Eugenio abrió su casa, el Carmelo de Aix, a sus jóvenes. Cuando pienso en esto, me conmociona ver cómo, en los primeros días de nuestra historia, caminaban mano con mano los dos grupos, el pequeño grupo de Misioneros de Provenza y los jóvenes de la Asociación, compartiendo tiempo y espacio, compartiendo oración y vida, compartiendo el anhelo de ser santos misioneros para la renovación de la Iglesia y del mundo…
Yo también anhelo una audacia mayor en nuestra misión con los jóvenes. Que no nos quedemos complacidos en lo que hicimos, en nuestra maravillosa historia. Que tengamos el coraje de pasar a la acción, ¡tantas palabras han sido ya dichas! Que tengamos el coraje de hacer realidad los mandatos del Capítulo general del año 2004 (¡van a hacer nueve años!) o las sugerencias del Congreso oblato sobre la misión con jóvenes del año 2008. Que tengamos el coraje de dedicar lo mejor de nosotros, al estilo de Eugenio, para ser con los jóvenes misioneros de los pobres…
Me parece que este aparatito, el calidoscopio, está siendo un poco peligroso porque me hace soñar. Soñar con un nuevo impulso misionero que es muy nuestro, porque siendo del Espíritu fue dado a Eugenio de Mazenod como un elemento de nuestro carisma. Me hace soñar con tanta belleza, tantos desafíos… Sí, quiero invitar a soñar, a los oblatos y a los jóvenes. ¿Cómo podemos renovarnos en esta misión que se nos confía: anunciar a Cristo y su Evangelio a los más abandonados y con los jóvenes? doscientos años y todavía soñamos… (Chicho ROIS, Consejero general)
El nuevo Papa Francisco nos lleva de sorpresa en sorpresa. A nosotros nos ha sorprendido hoy, 28 de Marzo de 2013, inicio del Triduo Sacro, con un hermoso “Huevo de Pascua”: la publicación del Decreto de la heroicidad de las virtudes del Siervo de Dios Antonio KOWALCZYK, por lo cual de ahora en adelante pasa a ser Venerable.
El hermano Kowalczyk nació en Dzierzanów, Polonia, el 4 de junio de 1866 y murió, con fama de santidad, el 10 de julio de 1947 en St. Albert, Canadá.
El proceso de su Causa de canonización se había iniciado en Edmonton hace ya muchos años. El 1 de junio de 1979, se abrió en Roma y en 1984 se nombró Relator de la misma al P. Ambrosio Eszer, O.P. El P. Nicola FERRARA, tras un arduo y largo trabajo, en calidad de Colaborador externo del Postulador general, elaboró la Positio super Virtutibus y pudo entregar el segundo volumen de la misma en 1993. Al asumir su cargo, el actual Postulador general se le dijo que esa Causa había sido “abandonada”. “¿Abandonada? ¿Quién ha escrito eso? ¡Pero si estamos estudiando un presunto milagro atribuido a su intercesión!”
La Causa “resucitó” y se reemprendió el proceso apostólico a ritmo acelerado. Los Consultores teólogos se reunieron en Congreso en junio de 2012, y, tras responder el Postulador a algunas objeciones, dieron su voto favorable por unanimidad. La Causa pasó a la Congregación de Cardenales y Obispos, los cuales también le han dado luz verde y así el 27 de marzo de 2013, el Santo Padre ha firmado el Decreto.
¿Qué falta ahora para la beatificación? Solamente un milagro que suscriba lo que la Santa sede ya ha aprobado. Hay varias gracias y favores que se atribuyen a la intercesión de este nuevo Venerable, como puede verse en: http://goo.gl/WJDNi, pero no bastan. Estamos estudiando una curación presuntamente milagrosa en Minnesota, Estados Unidos.
Quiero dejar constancia de mi gratitud al P. Ferrara por su ardua labor, constancia y entusiasmo en pro de esta Causa. Agradecemos también a las provincias oblatas de Lacombe y Assumption que generosamente estén dispuestas a asumir los inevitables gastos que todo esto conllevará. El P. Miroslaw OLSZEWSKI, de Assumption, ha aceptado el cargo de Vicepostulador para culminar el proceso y se ha consagrado a la Causa con ahínco. (P. Joaquín MARTÍNEZ, Postulador general)