CANADÁ-ESTADOS UNIDOS
Un joven africano oblato entre los InnuDespués de su
ordenación en 2012 en Camerún, el Padre Gerard TSATSELAM llegó a Canadá para
continuar con la misión oblata entre los Innu de la Costa Norte. Aquí, habla de
su primer año en una cultura completamente diferente a la suya.
Este primer año de mi misión en la Costa Norte ha sido sobre todo un aprendizaje de la lengua y de la cultura Innu. Mis hermanos oblatos, Laurent DESAULNIERS, Gérard BOUDREAU y Robert CHÂTEAUNEUF, han facilitado en gran manera mi integración dentro de las comunidades de Mani-Utenam y Uashat. Eso hizo posible que algunas familias me invitarán para experimentar la caza, las comidas y la oración comunitaria en el bosque. El bosque es un lugar muy valioso. Muchos van allí a pasar los fines de semana. Es allí donde uno puede encontrar un buen partido pero también donde uno encuentra la serenidad y la paz interior tan necesarias para una vida agradable en comunidad.
Algunas personas me han dotado de manualidades tales como guantes, calcetines y mocasines del estilo local, sólo para lograr que me sintiera a gusto en su ambiente. Hay muchos otros gestos acogedores que ellos siguen mostrando en mi cuenta. Todo esto me motiva y asegura que soy totalmente un miembro de esta familia cristiana.
De vez en cuando, acompaño al Padre Laurent en sus visitas a los enfermos del hospital de Sept-Iles o en sus hogares. Cuando hay un fallecimiento, permanecemos cerca de las familias en duelo a través de nuestra presencia en las vigilias de oración que ellos organizan en las funerarias. También celebramos el funeral en la iglesia, por lo general seguido de momentos que compartimos con todos los miembros de la familia y de la comunidad.
El último domingo de cada mes se celebran bautismos en las dos comunidades. Ese es también un momento importante en nuestra parroquia. El bautismo de un recién nacido en una familia es una ocasión para reunirnos. Algunos miembros de la familia realizan largos viajes para honrar el evento con su presencia.
En cuanto a mi formación con el idioma, puedo celebrar más o menos la Misa en Innu. Al principio, no pensé que yo hubiera podido celebrarla a causa de la diferencia entre esta lengua y todo lo que he podido aprender hasta ahora. Pero, gracias a Dios, he logrado romper el hielo y poco a poco estoy tratando de aumentar mi vocabulario mientras escucho a la gente hablar. A pesar de que la mayoría es de habla francesa, la lengua Innu es la más comúnmente utilizada por todos los grupos de edad; por lo tanto, es necesario aprenderla y, sobre todo, utilizarla. En la actualidad, una mujer que enseña idiomas me da clases tres veces por semana. Con este curso, estoy adquiriendo una buena base.
El desafío que enfrento en esta misión es el de estar cerca de la gente, compartiendo sus experiencias de vida donde están. Y esto se hace mejor cuando uno sabe hablar la misma lengua. Esto es lo que he estado tratando de hacer durante este año: aprender la cultura y la lengua para así finalmente encontrar formas que me permitan tener un encuentro real y establecer una verdadera comunión. (En Mission, Vol. 2, No 1)
El Centro de Renovación de la Reina de los
Apóstoles en Toronto tuvo el privilegio de organizar una jornada de puertas
abiertas el 10 de agosto para conmemorar el 50mo aniversario de su
servicio a la Arquidiócesis de Toronto, a varias denominaciones cristianas y a
la sociedad secular.
El centro de retiro tuvo una muestra de los diferentes programas organizados por el equipo de la Reina de los Apóstoles. Algunos de los programas incluyeron los retiros del Adviento y de la Cuaresma, la Liga Católica de Mujeres, el Encuentro de los Comprometidos, el Encuentro Matrimonial, los retiros de la Tercera Edad, ACTS (Adoración, Comunidad, Teología y Servicio) para hombres y mujeres, los retiros de los Diáconos, el rito de iniciación cristiana para adultos – (RCIA por sus siglas en inglés: Rite of Christian Initiation of Adults), los retiros de los Estudiantes y los retiros de las Hermanas. La jornada de puertas abiertas fue una oportunidad para que todos pudieran refrescar sus recuerdos afectuosos y tomar conocimiento acerca de los nuevos avances del centro durante los últimos cincuenta años.
Se entregaron refrescos y obsequios a las 500 personas que lo visitaron durante el día y el programa ACTS ofreció entretenimiento musical
Durante las festividades, tanto el Padre Marian GIL, Provincial de la Provincia de Asunción como el Padre Chris PULCHNY, Director de la Reina de los Apóstoles, agradecieron al personal del pasado y del presente por su servicio dedicado durante los últimos 50 años y la gran hospitalidad del centro de retiro. (P. Tomy THOMAS, News and Views de la Provincia de Asunción, julio - agosto 2013)
El 21 de setiembre de 1996, la parroquia de
San Eugenio de Mazenod fue erigida canónicamente en la Diócesis de Brownsville,
Texas, por decreto de Monseñor Raymundo J. Peña. Fue la primera parroquia de
los Estados Unidos a llevar el nombre del fundador de los Misioneros Oblatos de
María Inmaculada que había sido recién canonizado. El sitio era anteriormente
conocido como la Misión de Nuestra Señora de la Paz, una emisora dependiente de
la Parroquia de Brownsville, Cristo Rey. El crecimiento de la comunidad llevó a
la creación de esta parroquia independiente y los Misioneros Oblatos
respondieron a la invitación de Monseñor Peña de dotar de personal a la nueva
parroquia. En 1998, Su Eminencia, el Cardenal Francis GEORGE, Arzobispo de
Chicago, también Oblato, celebró una misa al aire libre en este lugar para
conmemorar el 150mo aniversario de la llegada de los Oblatos a lo que hoy es la Diócesis
de Brownsville.
La parroquia San Eugenio de Mazenod tendrá finalmente
una nueva iglesia en vez del edificio temporal con cubiertas laterales de metal
que ha sido el centro de las actividades de culto, catequesis y comunión desde
que la parroquia empezó a funcionar. Con la ayuda del regalo de la Sociedad de Extensión Católica y con el duro
trabajo de los feligreses y de su párroco, el Padre Timothy PAULSEN, la obra de
construcción está en marcha.
Una gran replica de la cruz Oblata decorará la nueva iglesia. Monseñor Bernard Gully y los feligreses de la Iglesia del Espíritu Santo en Big Spring, Texas, donaron la cruz que antes colgaba en la Iglesia del Sagrado Corazón, ahora cerrada, que una vez fue una parroquia Oblata. El ranchero Kyle Clement llevó la cruz a la parroquia Nuestra Señora del Refugio en Roma, Texas, donde el Padre James ERVING es párroco. A él se le unieron los feligreses de Roma, Luis Angel Guillen y sus dos hijos, Luis Angel III y Alejandro para la entrega final a esta nueva ubicación y la bendición por parte del párroco, el Padre Fr. Paulsen.
Gracias a las publicaciones de los autores
Oblatos, podemos “revivir” la epopeya de los pioneros que vinieron a
evangelizar nuestra región.
El 24 de agosto, en la sede de la Misión San Claudio (del lado de Canadá, frente a Fort Témiscamingue, en las cercanías de Ville-Marie), celebramos el 150mo aniversario de la fundación de la primera residencia Oblata por parte del Padre Jean-Marie PIAN. Las Hermanas de la Caridad de Ottawa llegaron tres años más tarde, en 1866, para unirse a los Oblatos. La conmemoración incluyó un vistazo a los hechos y a las personas que fundaron la misión. Sor Madeleine Dumas, Canciller de la Diócesis, representó a las Hermanas de la Caridad, y yo representé a los Oblatos, con la vestimenta de la época y llegando en canoa.
Estuvieron presentes varios representantes de
las Primeras Naciones. Dos de nuestros Obispos presidieron la Eucaristía: Monseñor
Serge Poitras de Timmins y Monseñor Dorylas Moreau de Rouyne-Noranda. Cerca de
150 personas se reunieron en la orilla del Lago Témiscamingue para recordar el
uniforme y rendir homenaje.
La Asociación Canoe-Camping del Lago Témiscamingue, que compró la parcela de los Oblatos, desea que ese lugar sea un sitio conmemorativo. (Rene GAUTHIER para INFO OMI, 15 de septiembre de 2013)
Durante más de 50 años, el Padre George McLEAN ha estado viajando por el mundo, ayudando a personas de diferentes religiones y culturas a comprenderse mejor entre ellos, y mientras tanto, en la construcción de una sociedad más tolerante y respetuosa basada en sus valores religiosos.
Es el fundador y presidente del Consejo de Investigación en Valores y Filosofía - RVP por sus siglas en inglés “Council for Research in Values and Philosophy” - en Washington, D.C. El Consejo está formado por filósofos y científicos sociales prominentes de muchos países que trabajan para fomentar la cooperación entre los pueblos, remediando a las tensiones y promoviendo la paz y cooperación a escala global.
“Hay una necesidad urgente de explorar de forma profunda la relación entre la fe y la razón, la religión y la vida moderna”, dijo el Padre McLean. “Por eso, hay una gran necesidad de compartir nuestras experiencias y puntos de vista comunes y pensar en cómo una perspectiva religiosa puede ocupar la mente secular y en cómo se puede vivir la fe en el contexto moderno”.
En la apertura del Congreso Mundial de Filosofía
[World Congress of Philosophy] que se llevó a cabo en Atenas, Grecia, el 4 de
agosto de 2013, el Consejo de Investigación en Valores y Filosofía fue
galardonado con el Premio al Diálogo Global 2013 por su labor en promover el
estudio filosófico de la cultura y los valores. Ha incluido entre otros a 30
seminarios anuales, 150 conferencias internacionales y 300 volúmenes de la
serie de publicaciones del RVP “Patrimonio Cultural y Cambio Contemporáneo”. El
premio honra a todos aquellos presentes en el mundo que han participado en dichos
trabajos.
La mención al premio concluye con: “Al conceder el GDP [GDP por sus siglas en inglés - Global Dialogue Prize] al Consejo de Investigación en Valores y Filosofía, el comité reconoce la labor de todos los que, como comunidad de investigadores, han alcanzado los logros académicos y culturales de esta organización. El comité desea reconocer y honrar en especial la iniciativa personal excepcional y los logros profesionales del Profesor George McLean quién ha fundado el Consejo, ha estado a cargo de la dirección del mismo desde su fundación, y se ha desempeñado como editor general de la serie de libros “Patrimonio Cultural y Cambio Contemporáneo”. El Profesor McLean ha dotado al Consejo una sabiduría conciliadora y una visión superior del diálogo global como praxis y un espíritu que posee muchas caras humanas”. (De “Oblate World,” febrero de 2013 y de un folleto RVP)
Algunos miembros queridos de la diócesis de Whitehorse, enYukon, están a punto de irse. Los Oblatos de María Inmaculada están por decir adiós después de más de 120 años en Yukón.
El 22 de junio, se celebró una misa oficial de despedida y una reunión por la noche en honor al Padre Jim BLEAKLEY, el último Oblato activo en el territorio. Junto con el Padre Jim, todos los Oblatos que habían servido en la Diócesis fueron cariñosamente recordados en medio de lágrimas.
Monseñor Gary Gordon ofició la liturgia, flanqueado por el Padre Jim y los Oblatos visitantes Robert LAROCHE, Richard BEAUDETTE, Jack HERKLOTZ, así como también, por el Padre Claude Gosselin. El Hermano Tom CAVANAUGH estuvo en la Congregación. El Padre Jean Marie MOUCHET (96) ya había regresado a su casa de Francia para pasar el verano, mientras que el Padre Pierre RIGAUD (93) se unió a nosotros en espíritu desde su habitación del Centro de los Oblatos a través de la carretera de Maryhouse.
Símbolos de la presencia y del trabajo de los Oblatos dentro de la Diócesis se exhibieron ante el altar: un original trineo de perros (sin perros), una parka, raquetas, esquís, un misal y una cruz misionera Oblata. Antes de la bendición final, Monseñor Gary agradeció al Padre Jim y a los Oblatos en un hermoso homenaje a su servicio heroico al pueblo del Norte.
Después de una informal cena barbacoa, nos reunimos durante un par de horas para homenajear a los Oblatos, encuentro que estuvo resaltado por una presentación visual de sus vidas y trabajos en ese lugar. Los yukoneros y feligreses de larga data rindieron un conmovedor homenaje a estos maravillosos hombres y siervos de la iglesia.
Los Oblatos llegaron de Francia hace más de 100 años para servir en esta Diócesis del lejano norte. Con un hacha y una sierra (¡y nada más!) y llevando consigo los cálices para celebrar la Misa, fueron enviados a las aldeas de sus misiones asignadas: una de las más lejanas era la aldea de Old Crow, a unas 475 millas de Whitehorse. Aprendieron a viajar con el trineo y un equipo de perros, obtener gran parte de sus alimentos a través de la caza, la captura de animales y la pesca, y a construir su propia casa parroquial y una iglesia. La mayoría tenía poca o ninguna preparación para esas tareas arduas.
Los Oblatos pioneros vivían una dura vida solitaria y no veían los resultados satisfactorios de sus trabajos. Un Oblato había sido de la pequeña nobleza en Francia antes de unirse a los Oblatos, y amaba la música; otro que anteriormente había conocido la riqueza, fue visto cargando su estufa sobre su espalda en su aldea.
Queremos nombrar a un par de esos Oblatos heroicos: el Padre Joe PLAINE siempre optó por vivir en la rigurosa pobreza, aunque más tarde en la vida podía haber optado por algunas comodidades. Conocido por su intensa vida de oración, en su retiro salió a visitar al pueblo de Whitehorse, y estuvo siempre disponible para ellos. El Padre Rigaud siempre siguió ‘al pueblo’ (los indígenas de la aldea) donde fuera ellos viajasen hacia sus estancias invernales de caza. Una medianoche mientras los seguía con su trineo y equipo de Huskies, tomó conciencia de que una manada de viciosos lobos grises estaban corriendo a su lado. Después de dos horas de incitar a su perro guía a continuar sin vacilar, los lobos finalmente se volvieron sobre sus pasos: fue una experiencia agotadora y aterradora tanto para el hombre como para los perros. Si el perro guía hubiera dudado, eso habría significado la muerte para todos ellos. (Extraído de Restoration – por Maureen Denis)