SANTA SEDE
La renuncia de un Obispo OblatoEl 11 de febrero de 2014, el Santo Padre Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Mohale’s Hoek, en Lesoto, presentada por Su Excelencia, Monseñor Koto KHOARAI, O.M.I., en conformidad con el Canon 401 § 1 del Código de Derecho Canónico.
Monseñor Koharai, de 84 años de edad, fue ordenado para la Diócesis de Mohale’s Hoek en 1978. En el momento de su renuncia, era uno de los diez Obispos con mayor tiempo de ejercicio en el mundo. También en esa lista se encuentra otro Oblato, Monseñor Jean-Claude BOUCHARD, de 73 años de edad, de Pala, Chad, que fue ordenado obispo en 1977.
El sucesor de Monseñor Koharai, que fue también designado el 11 de febrero, es el Padre John Joale Tlhomola, de los Siervos de Cristo Sacerdote.
El 8 de febrero, en la Basílica de San Pedro,
el Papa Francesco celebró una audiencia especial para grupos de fieles
procedentes de Sri Lanka, en peregrinación hacia Roma para celebrar el 75o
aniversario de la consagración de la Iglesia a Nuestra Señora. En su discurso,
el Santo Padre habló del santuario construido por un Oblato.
Entre otras cosas, dijo: “¡Os saludo, queridos hermanos y hermanas de la comunidad de Sri Lanka en Italia! Dirijo un fraternal saludo al Cardenal Malcolm Ranjith y a los demás Obispos de vuestra tierra natal. Agradezco al Cardenal Ranjith por su invitación a visitar Sri Lanka. La acepto y creo que el Señor nos concederá esta gracia. Habéis venido en peregrinación a Roma para rendir homenaje a Nuestra Señora, al final de las celebraciones de conmemoración del 750 aniversario de la consagración de la Iglesia a ella en Sri Lanka.
“Hace setenta y cinco años, las nubes oscuras de lo que sería el segundo conflicto mundial se espesaban en el cielo y los fieles guiados por la intuición segura de la fe, se encomendaban a Nuestra Señora, que siempre defiende a sus hijos en peligro. En 1940, en las circunstancias dramáticas de la guerra, el Arzobispo de Colombo, Mons. Jean-Marie MASSON, de los Oblatos de María Inmaculada, prometió construir un santuario en honor a Nuestra Señora si la isla seguía protegida de invasiones externas. Y así fue que después de la guerra se construyó el hermoso Santuario de Nuestra Señora de Lanka en Tewatte, que fue consagrado hace cuarenta años.
“Queridos hermanos y hermanas, Nuestra Señora está siempre cerca nuestro, nos contempla a cada uno de nosotros con amor maternal y nos acompaña siempre en nuestro camino. No dudéis en acudir a ella para cualquier necesidad, sobre todo cuando el peso de la vida con todos sus problemas se hace sentir”.