ADMINISTRACIÓN GENERAL
P. Thomas Klosterkamp, nuevo Postulador generalEn conformidad con las normas
de la Congregación para las Causas de los Santos, que ha fijado recientemente
límite edad para los Postuladores, el P. Joaquín MARTÍNEZ VEGA cesa como
Postulador general de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María
Inmaculada. El P. General con su Consejo ha nombrado al P. Thomas KLOSTERKAMP nuevo
Postulador. El Postulador general, delegado del P. General, es el “Actor”
principal de todas las Causas oblatas.
El P. Martínez, Postulador
saliente, había recibido el nombramiento oficial el 14 de septiembre de 2006 y
la aprobación por parte del Prefecto de la Congregación de la Santa Sede el 10
de noviembre del mismo año.
El P. Klosterkamp nació en Monheim, Alemania, en 1965. Hizo su primera oblación en 1988 y fue ordenado sacerdote en 1994. Entre otros cargos o responsabilidades, ha sido Superior provincial de Alemania durante cuatro años y luego otros seis como primer Superior de la nueva Provincia de Europa Central, que resultó de la fusión de Alemania, Austria y la República Checa. Actualmente reside en Roma y es el Superior de la Casa general. (Joaquín Martínez)
En marzo de 2010, en calidad de Postulador
general de las Causas de los Oblatos, escribí al obispado de Bayeux-Lisieux
para saber qué pasaba con la Causa del Siervo de Dios, Mons. Pierre FALLAIZE, causa
promovida por esa misma diócesis. Me contestó el Canciller del Obispado, Daniel
Austin, asegurándome que no la habían enterrado; pero que la religiosa que llevaba
adelante el trabajo había caído gravemente enferma y que el Obispo, Mons.
Pierre Auguste Pican, SDB, estaba buscando un nuevo postulador. El nuevo
Obispo, Mons. Jean-Claude Boulanger, ya lo ha designado en la persona del
P.Raymond Zambelli, quien
me dice: “Actualmente nos hallamos en plena restructuración de la Comisión
diocesana encargada de esta Causa. Mons. Boulanger, tiene que nombrar los
nuevos miembros”. Así pues se pone en marcha de nuevo. Es una buena noticia.
Mons. Pierre Fallaize (1887-1964), era un normando pura sangre. Nació en Gonneville-sur-Honfleur (Calvados, Francia). Huérfano de padre y madre, entra en seminario menor de Lisieux en 1899.
Hace el servicio militar y,
al licenciarse, sigue los pasos de su paisano Mons. Arsenio TURQUETIL,
legendario obispo misionero de los hielos polares.Solicita entrar en la
Congregación de los Misioneros Oblatos y, sin esperar la respuesta, se presenta
en Bestin (Bélgica) para iniciar su noviciado el 8 de diciembre de 1906. Hace
su primera oblación el 25 de diciembre de 1907. Ordenación sacerdotal en 1912. Al
año siguiente es enviado a las misiones polares del Mackenzie, consideradas
entonces como las más difíciles.
Es ordenado obispo el 13 de septiembre de 1931. Tenía 44 años.
Ocho años después tuvo que presentar la dimisión, debido a una ceguera casi total, que él aceptaría con una paciencia heroica. Los inuí o esquimales lo llamaban "Inúk Ilaranaikor" (el hombre que nunca se enfada).
Vuelve a su tierra natal y cambia su báculo episcopal por el bastón blanco de los ciegos y el trineo por un perro-guía. Será durante muchos años el confesor asiduo de las carmelitas y de los numerosos peregrinos que llegan a Lisieux: Carmelo y basílica de Santa Teresa del Niño Jesús, su paisana, gran amiga y patrona, serán sus nuevos campos de misión.
En su ancianidad se deja seducir por la nostalgia misionera y decide volver al Polo Norte donde entregará su alma a Dios tres años más tarde, en Fort Smith, el 10 de agosto de 1964. (Joaquín MARTÍNEZ VEGA)
“Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira, y las
estadísticas”. Así decía el humorista estadounidense Mark TWAIN, y esas
palabras se aplican también a las estadísticas que anualmente presenta el
Secretariado General de los Oblatos al Vaticano y que cada mes de febrero pone
en nuestro sitio web; y de un modo especial este año.
Muchas personas se han dado cuenta de las diferencias significativas que muestran las cifras de los informes del 2012 y del 2013, particularmente en cuanto al número de escolásticos. “Debe de haber sido un año terrible”, decían algunos, “pasar de 627 a 558 seminaristas en sólo un año”. Aunque no es una mentira, y ciertamente no es una “maldita mentira”, son estadísticas, y responden completamente a la fuente.
Por fuente, me refiero a la base de datos que los oblatos tenemos en el Secretariado General, actualizada según llegan los informes desde las distintas unidades oblatas: provincias, delegaciones y misiones. A medida que llegan las notificaciones de primeros votos, votos perpetuos, ordenaciones, salidas y fallecimientos, éstas son anotadas para configurar poco a poco el informe final.
Este proceso se realiza sin problema allí donde el correo electrónico, el fax o el correo postal funcionan bien. Pero en muchos sitios donde trabajan los oblatos, la electricidad, en el mejor de los casos, funciona de manera caprichosa; lo mismo podría decirse del correo postal; y las líneas telefónicas y los faxes funcionan sólo de vez en cuando. Cuando estos servicios no funcionan es cuando entra en los informes la parte que hay de “mentira”, ya que las estadísticas de la Administración General dependen de que las informaciones “locales” lleguen a Roma.
Este año se hizo un esfuerzo concertado para tratar de ponerse al día. Este esfuerzo condujo a descubrir lo que parecían “inconsistencias”. Se descubrió y se corrigió un número de casos en los que, hacía algunos años, se habían celebrado ordenaciones de oblatos y cuya notificación, sin embargo, nunca llegó al Secretariado. Era el caso de algunos oblatos que, durante dos, tres o cuatro años, han figurado como escolásticos aunque de hecho ya eran sacerdotes. Éstos aparecen ya como sacerdotes y no como escolásticos. También se descubrió el caso de algunos oblatos cuya notificación de salida de la congregación nunca llegó a Roma: Ya no figuran en la lista. En el lado positivo, hay también un número de novicios que habían realizado ya los primeros votos en el mismo período y que ahora se incluyen ya en la lista de oblatos profesos.
En definitiva, se trata de un ajuste importante, esperamos que el único que sea necesario realizar. Los datos del próximo año deberían responder más fielmente a la realidad, de modo que el término “estadística”, al menos en lo que respecta a los oblatos, debiera desaparecer de la cita de Mark Twain. (William O’DONNELL).