553 - marzo 2015
2 Febrero 2015 - 6 Marzo 2015

Descargar

HERMANOS OBLATOS: “EL VERDADERO PODER ES EL SERVICIO”

P. Paolo Archiati, OMI, Vicario General

La celebración de San José es una ocasión para reflexionar sobre esta figura que tenemos como patrono y protector de toda la Congregación y, en particular, de nuestros hermanos. Quiero compartir algunas reflexiones sobre este tema.

Lo primero que me viene es una conversación que tuve algunas semanas atrás con un hermano mío, estando de descanso con su familia. No recuerdo cómo, pero en un momento determinado este hermano mío comenzó a recordar a algunos hermanos oblatos a los que tuvo la ocasión de conocer durante las visitas que me hizo en las dos últimas comunidades en las que he estado viviendo: Vermicino y Via Aurelia. Recordando la figura específica del hermano y de algunas de sus características particulares, este hermano mío, Domenico, utilizó una expresión que me chocó. No recuerdo la formulación exacta, pero de todos modos daré la cita, con la esperanza de mantener la esencia. Me dijo así: “Estos hermanos son, pienso yo, el ejemplo de lo que debe ser un sacerdote”. No sé si esta expresión me chocó por haberla dicho un laico, alguien que, según el juicio común, y quizá algo apresuradamente, ve las cosas “desde fuera”, pero lo cierto es que me quedé impresionado y aún pienso a menudo en ello.

“Estos hermanos son, pienso yo, el ejemplo de lo que debe ser un sacerdote”. Cuando lo considero me digo que probablemente ha captado una realidad importante: más allá de las consideraciones o reflexiones teológicas y espirituales que podamos hacer sobre la vocación al ministerio ordenado, la consagración religiosa o la específica del hermano religioso, lo que chocó a mi hermano en sus visitas a estas comunidades, sobre todo en relación a estos hermanos, era, por un lado, su inmediatez en relacionarse, su sencillez, su capacidad de hospedar y, por otro, la seriedad con que vivían el trabajo, la profesión de cualquier clase, desde recibir a una persona en el servicio de la portería hasta hacer funcionar una casa compleja como como un escolasticado o una casa provincial, o la general, por medio de los servicios de carpintería, plomería, etcétera.

Pero, más allá de esto, lo que queda de esa apreciación hecha por un laico es algo que podemos conservar como un valioso indicador: en una congregación en la que vivimos juntos padres y hermanos, el hermano ofrece al padre una valiosa orientación sobre cómo puede ejercer él su ministerio. Podría parecer paradójico, quizá lo sea, pero a pesar de ello, sigo convencido de que esa declaración contiene algo no sólo importante, sino también cierto. Me hizo pensar en el Papa Francisco, quien, desde el inicio de su pontificado, no deja de recordarnos que la autoridad es servicio, que "el verdadero poder es el servicio", que no es desde la óptica del poder aquello a lo que estamos llamados a vivir en nuestra vocación sacerdotal, sino desde la óptica del servicio a nuestros hermanos y a la comunidad.

La segunda reflexión que me gustaría compartir se refiere al Comité de los Hermanos Oblatos. Como sabemos, este comité fue querido por el Capítulo General de 2004 para promover esta vocación específica dentro de nuestra familia religiosa. El actual Superior general con su Consejo decidió mantenerlo, ya que lo estima importante para la vida de la familia. Este comité se está renovando en su composición y ha comenzado recientemente a trabajar para redefinir su naturaleza y sus objetivos. Creo que es importante para toda la familia de San Eugenio no sólo reconocer su existencia, sino también contribuir a su labor de distintas maneras, por el bien de la familia entera.

En el mundo oblato actual esta vocación específica atraviesa, sin duda, un momento difícil, de sufrimiento, no sólo por el descenso en el número de candidatos a esta vocación, sino también por la variedad de experiencias, tradiciones, formas de vivirla, lo que a veces hace difícil la armonía entre ellos. En algunas unidades no hay hermanos oblatos desde hace años, en algunos casos, décadas; es un fenómeno social y eclesial vinculado en parte a los tiempos en que vivimos, un fenómeno que debe ser estudiado seriamente en sí mismo, y también por lo que significa dentro de la vida consagrada en la Iglesia y en el mundo.

Personalmente estoy convencido de que no importa necesariamente el número, pero la presencia de los Hermanos en nuestra familia sigue siendo esencial, diría fundamental, no sólo por su testimonio directo del Reino de Dios, sino también porque con su vida y con su presencia nos muestran a nosotros, sacerdotes, lo que debemos ser para el pueblo de Dios; nos dicen que nuestra acción sacerdotal no se limita y no concluye en la administración de los sacramentos, sino que nuestra configuración con Jesús sacerdote se manifiesta también de muchas otras formas, mostrándonoslo con sus vidas. Junto a ellos, somos discípulos del mismo Maestro, como hijos del único Padre todos somos hermanos, las diferencias de vivir el servicio de la caridad fraterna debe pasar a un segundo plano. Será un trabajo lento que requiere un cambio de mentalidad y en el que han de implicarse todos. Gracias, queridos hermanos oblatos, por lo que ustedes son en medio de nosotros, por lo que son para toda la familia, por su testimonio. ¡Feliz fiesta!


Página 1 de 9»

36o Capítulo General 2016
36o Capítulo General 2016
Oblate Triennium
Oblate Triennium
Vocaciones OMI
Vocaciones OMI
Oblatio
Oblatio
Aix-en-Provence
Aix-en-Provence
Otros sitios oblatos
Otros sitios oblatos
Newsletter