EUROPA
P. Jozef Pielorz, OMI, 1921-2016En su blog
personal, el P. Fabio CIARDI, director del Servicio General de Estudios
Oblatos, escribía un afectuoso adiós al P. Josef PIERLORZ, a quien llamaba "un
apasionado estudiante de San Eugenio.” He aquí algunos extractos de ese
tributo.
La muerte del Padre Jozef Pierlorz, el 1 de Septiembre de 2016, marcó el paso de uno de los últimos grandes historiadores de S. Eugenio y de los Oblatos. Por ejemplo, mencionamos Beaudoin, Cianciulli, Gilbert, Lamirande, Courvoisier. Es el fin de una generación de grandes oblatos que estudiaron con pasión y con competencia científica la historia de los orígenes y la espiritualidad de los Oblatos.
El 30 de Enero de 2014, me escribió: "Estudié
la vida del Fundador durante diez años, y luego durante siete años más como
vice-postulador de la causa de beatificación. Tuve la ocasión de leer todos los
escritos del Fundador y las cartas que recibió… El 13 de Junio de 1953,
descubrí en Aix 80 cartas del Fundador con fechas de entre 1799 y 1808. A pesar
de mi insistencia, aún no han sido publicadas por completo.” La larga carta
continuaba con un relato de los años de conversión porque, según él, yo aún no
había comprendido nada sobre S. Eugenio. ¡No me dejaba pasar ni una! Y con razón.
Por fortuna, murió antes de la inminente publicación de mi libro sobre los años
de juventud de S. Eugenio: ¡Sólo Dios sabe lo que me habría hecho sufrir! Pero
en la última carta que me escribió, hace tan sólo un año, era todo dulzura y
agradecimiento, sobre todo por la "excelente revista Oblatio de la que
tú eres erudito director.”
El Padre Pierlorz tenía 95 años de edad, 70 años de vida religiosa y 66 de sacerdocio. Nació un 22 de Enero de 1921, y fue el tercero de ocho hijos. Fue un atleta y quiso participar en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1940. Sin embargo, tras obtener su licencia, ingresó en el noviciado de los Oblatos en Markowice, donde encontró, entre otros, al que después sería beato y mártir oblato, Jozef CEBULA, cuya biografía después escribiría. A causa de la invasión nazi, huyó con otros novicios a Varsovia. Acabaron justo en el frente de batalla entre los ejércitos polaco y alemán; tuvieron que regresar a Markowice. El 4 de Mayo de 1940, la Gestapo deportó a los novicios a Alemania y el 2 de Agosto, el P. Pielorz terminó como prisionero en el campo de Mauthausen-Gusen. El trabajo en las minas fue duro y a veces abrumador. Milagrosamente, sobrevivió. Fue entonces transferido a Dachau. Tras su liberación, fue enviado a la Casa General en Roma donde terminó su noviciado e hizo los votos perpetuos en 1949. Al año siguiente, fue ordenado sacerdote y siguió estudiando historia en la Universidad Gregoriana de Roma. Fue director de la Biblioteca Pontificia Urbaniana y trabajó entre las comunidades de inmigrantes polacos de Canadá, Roma y Bélgica.
Seguiremos recordándole, especialmente por su pasión por la investigación científica y por sus publicaciones, que mantuvo hasta los últimos años. Algunas han sido auténticos hitos de nuestro conocimiento de S. Eugenio y de los comienzos de la Congregación.
Durante su visita a Ucrania a finales de Junio, el cardenal Pietro Parolin,
Secretario de Estado del Vaticano, visitó la parte este de Ucrania trayendo
consigo la ayuda del Papa Francisco a las víctimas de guerra. También quiso
encontrarse con los pobres de Kiev atendidos por los Misioneros Oblatos de
María Inmaculada.
Antes de la llegada del Secretario de Estado, se pudo escuchar al grupo de música religiosa "Caná”. El cardenal fue recibido con aplausos y flores. Uno de los feligreses recitó su propio poema, dedicado a la llegada de tan especial huésped.
El cardenal se dirigió entonces a los pobres, saludándoles en nombre del Papa y asegurándoles su solidaridad para con cuantos experimentan en su propia carne la pobreza, la falta de un hogar o de otras cosas esenciales para la vida: Por desgracia la mayoría de la población aquí. Agradeció a los Misioneros Oblatos su servicio a los pobres.
Tras la bendición, el Oblato Hermano Sebastian JANKOWSKI, quién junto con algunos voluntarios trabaja directamente con los pobres y sin techo, les invitó al patio de la iglesia donde pudieron compartir algo de comida y donde se les ofreció algo de ropa.